La Bolsa Mexicana de Valores sufrió un desplome significativo tras los resultados de las elecciones.
Poco después de la apertura del mercado, se registraba una pérdida de 2.44%, reflejando la preocupación entre los inversionistas.
El comportamiento del mercado de valores obedece al nerviosismo que generó entre los inversionistas el triunfo de Morena y, sobre todo, el hecho de que hayan obtenido la mayoría calificada en el Congreso.
Esta situación ha incrementado la incertidumbre sobre el futuro económico y político del país.