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La fuerza de la razón o la razón de la fuerza: Francisco Grauea

Publicado por
José Cárdenas

Francisco Graue

 

 

 

Sin duda me equivoqué, no sé si más que muchos o menos que otros, no importa. No supe distinguir la diferencia entre la fuerza de la razón y la razón de la fuerza. Hoy lo tengo claro.

Hace dos semanas escribí lo que era una elección de Estado, el domingo pasado viví una elección de Estado, es muy diferente a la teoría. Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) no sólo es presidenta electa, es mucho más que eso, será la presidenta con más poder en nuestra historia.

Los tres años de campaña de Claudia fueron impecables e implacables; el ejército de Siervos de la Nación a su servicio, AMLO operando a su favor todos los días, y ella perfectamente concentrada en obtener la presidencia. Hoy podría inclusive prescindir de AMLO.

Con paso firme, eliminó uno a uno de todos sus adversarios; de Marcelo, de Adán Augusto, de Monreal, etc. Nunca ha necesitado voltear a ver sus rivales, ni dentro ni fuera de MORENA. No existen.

Muchos creímos que nuestra participación ciudadana en concentraciones no vistas desde hace décadas, haciendo un llamado al respeto a la Ley y a las instituciones, era suficiente para frenar al régimen. Visto lo visto, nos faltó un punto de realidad y otro de radicalidad, que no de violencia, para confrontar al poder autocrático de AMLO en sus mismos términos.

Hoy, los sentimientos de ese 29% de electores que votamos por Xóchitl van desde la más enorme sorpresa hasta una incredulidad que raya en la negación de la realidad. El proceso que vivimos el domingo desde las 6.00 pm, dejaba entrever que algo estaba mal. No sabíamos cuánto.

Unos y otros nos fueron alargando la agonía, hora tras hora. Todos se declaraban ganadores y claramente eso, era imposible. Por fin a las 11.56 pm del domingo, apareció Guadalupe Tadei para anunciarnos la victoria de Claudia y que ésta era total. Claudia había arrasado en todo el país. Carro absoluto. Una victoria así no la tuvo ni Calles.

Para ser más amargo el domingo, Xóchitl y su equipo nos esperanzaron toda la tarde y noche hasta que, a la 1.30 am de lunes, Xóchitl concedió la victoria a Claudia, con un innecesario y absurdo chascarrillo final: nos vemos en tres o seis años. Si no fue una burla, así se sintió.

Supusimos, erróneamente, que los mercados financieros habían descontado la victoria de CSP. Pues resulta que no, al cierre de los mercados del lunes, vivimos una suerte de mini crack; la Bolsa bajó 6% y el peso perdió 4.14%. ¿Fue una sobre reacción? Tal vez.

Ante una perspectiva fiscal y económica negativa en el 2025 y un desequilibrio tan importante en el poder legislativo, la certeza jurídica en materia económica se traduzca en una gran incertidumbre.

¿Qué queda hoy de los partidos políticos de oposición? Nada. Ahora vendrán las culpas de unos y otros, los señalamientos de quién o qué falló. El PRD desaparece, es el partido peor votado a nivel nacional, y el PRI está inclusive por debajo de MC. Ya veremos a más de un priísta refugiarse en las faldas de MORENA.

¿Qué será de la Marea Rosa?, ¿A quién van a votar esos millones de personas hoy desorientadas y que no pueden creer el resultado electoral?, ¿Cuál es el futuro del poder judicial?, ¿Va a sobrevivir nuestra Constitución?, ¿Va a seguir la demolición de las instituciones? Muchas dudas, pocas respuestas.

¿Cómo habrán amanecido hoy las cosas en Palacio? Quedan cuatro larguísimos meses de convivencia entre la presidenta electa CSP y AMLO. ¿Logrará CSP separarse del poder de AMLO sin ruptura? Difícil.

Ninguna victoria es eterna y ninguna derrota es para siempre, los ciudadanos opositores tendremos que iniciar casi de cero y, sin los partidos políticos, encontrar un nuevo camino. Por lo pronto a procesar la derrota.

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José Cárdenas