Andrés Manuel López Obrador reconoció que la reforma al Poder Judicial que ha ordenado tiene como objetivo convertir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados y los jueces en «siervos de la nación».
Según AMLO, mediante el método democrático de elección popular, estos funcionarios no estarán al servicio de una minoría o de potentados.
Una vez más, López Obrador salió con que el Poder Judicial está corrompido. Argumenta que los jueces y magistrados actuales operan bajo intereses particulares y no en beneficio del pueblo. Esta situación, según él, es insostenible y requiere una transformación profunda para recuperar la confianza en las instituciones judiciales del país.
Reconoció que esta opción no es la ideal, sin embargo, dice que es la mejor alternativa disponible para garantizar que los jueces actúen con independencia y no se vean influenciados por poderes fácticos o intereses económicos.