Economía

¿Y los empresarios? El caso Salinas Pliego: Juan María Naveja

Publicado por
José Cárdenas

Juan María Naveja

 

 

¿Será que Salinas Pliego es un ejemplo a seguir?

Desde la elección de 2018 los empresarios, sobre todo sus cúpulas, le han fallado a México. Han preferido la simulación y han sido sometidos al chantaje. Algunos que desde el principio sabían que iban a sufrir la ira y venganza presidencial tomaron la correcta decisión de automarginarse, uno de ellos Alejandro Ramírez, uno de los más talentosos que dejó las dirigencias y se concentró en sus empresas y proyectos sociales.

Casi todas las organizaciones y varios de los llamados capitanes se fueron por lo que ellos llaman camino ¿institucional? (El de los tamales de chipilin y compra de boletos), llegaron al extremo de elegir como líderes a quienes estaban más cerca de los afectos de López Obrador.

Por cierto, ya se apuntan al futuro, la abyecta serenata que le tributaron un par de personajes a la candidata Claudia Sheibaum en la convención bancaria evidenció a los dos tenores y al gremio que representan.

¿Y Ricardo Salinas Pliego? En las últimas semanas el empresario rompió lanzas con el gobierno y su partido. Se acabó la camaradería que tenía con el presidente, de los dos lados se terminó la referencia de ¿amigos? Y se endurecieron los mensajes desde la mañanera y la tribuna de la red X.

Tras el despojo del campo de golf en Huatulco y las presiones para el pago de impuestos que el empresario considera excesivos, Ricardo Salinas Pliego eligió la lucha frontal, desde sus redes con textos propios y directos y con todo el poder de Televisión Azteca.

Cada quien tendrá sus opiniones de la reacción de Salinas Pliego, lo que es indiscutible es que en los dos litigios mencionados hay instancias que deben hacer su trabajo para deslindar responsabilidades y aplicar la justicia.

Por lo bajo, empresarios y ejecutivos de empresas expresan molestia porque consideran que el gobierno se ha excedido, pero prefieren resolver pagando que meterse en litigios.

Ricardo Salinas no, inclusive subió su apuesta y la llevó al plano personal de los yates y aviones contra las obras de los que llama gobiernícolas. Se salió del molde de los empresarios que se apanicaban ante el riesgo de perder la concesión o la pauta publicitaria. (Cadena García Valseca, Excélsior y Canal 13, por ejemplo).

Nadie en su sano juicio pediría acciones suicidas de la gente del dinero, no se trata de actos heróicos, solo un poco de decoro, en particular de quienes han elegido representar a sus homólogos.

De lo que ellos mismos llaman responsabilidad social, del ejemplo que dieron antecesores de la talla de Garza Sada, Aranguren, Clouthier y otros cuyo compromiso con el país se manifestó hasta el último día de sus vidas.

Insisto, no se trata de envolverse en la bandera, para tirarse al vacío, solo deslindar responsabilidades y para el caso van dos ejemplos. Desde 2016, en el gobierno de Peña Nieto, se viene registrando una notable mejoría del salario mínimo, que el gobierno festina como logro propio cuando son las empresas las que negocian y pagan.

El segundo las pensiones. Apenas hace un par de años los empresarios trazaron un programa para mejorar las pensiones, definieron montos y el camino a seguir. De plumazo el presidente y su partido cambiaron el rumbo con una acción electorera, inclusive López Obrador acusó que los bancos, (solo cuatro participan en las afores), querían quedarse con los ahorros de las cuentas inactivas. En Acapulco los banqueros hicieron mutis.

Por ahí ya se escucha nuevamente aquello de darle al próximo gobierno el margen de la duda, que al ponerse la banda presidencial la próxima presidenta borrará el pasado. Bueno, hasta quienes pretextan que Cuba o Venezuela siguen adelante.

Pues sí, México es mucho país, tiene fuertes resistencias, lo mismo dirán en Cuba y Venezuela que 65 años uno y 25 años el otro, siguen con sus dictaduras.

 

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José Cárdenas