Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, dijo que que no presentará denuncia por su caso y perdona a todas aquellas personas que le intentaron hacer daño en los últimos días.
En un mensaje publicado en las redes sociales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, monseñor pidió a los medios de comunicación que comprendan y respeten su decisión, “encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral”.
Rangel Mendoza agradeció a todas las autoridades, tanto legales como eclesiásticas por el apoyo e interés en su caso.