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La era de los imbéciles

Publicado por
Guadalupe Bustamante

Por Rodrigo Navarro 

Hace poco hubo una discusión entre los paleontólogos si en verdad estamos en una nueva era, el Antropoceno o era del ser humano, o si se necesitan millones de años de cambios continuos para considerar una nueva era geológica. 

En la revista semanal del periódico británico de Guardian en su portada del viernes, zanjaba la discusión a ocho columnas Age of Fools (La era de los imbéciles) en referencia al aumento global de la temperatura en el planeta. El año más caliente que se recuerde desde la toma de registros, que produce sequías, inundaciones, fenómenos meteorológicos como el huracán Otis que azotó y destruyó Acapulco. Entrevista a 380 de los principales científicos sobre el estado actual del planeta debido al Cambio Climático y el futuro que nos depara. 

Una amiga mía sufrió la pérdida total de su condominio, fruto de años de trabajo como terapeuta, en Acapulco Diamante. “Al menos lo disfruté y desquité”, me dijo apenada. Vendió el esqueleto en una bicoca. Se fue a refugiar a su casa en Valle de Bravo y comenzó a ver como el agua bajaba de nivel y se alejaba de la orilla. Como emergió el pueblo original inundado en forma de edificios fantasmales derruidos. Después un incendio generalizado debido a la sequía y sin agua para combatirlo llegó a la orilla del pueblo, que en realidad ahora califica como una ciudad media. 

No es posible mi mala suerte, me comentó al teléfono. No es mala suerte, estamos cosechando todo lo que hemos estado incubando con nuestras acciones y destrucción del medio ambiente.  

Si alguien de los años 60 y 70 leyera el periódico hoy día (primero se asombraría que prácticamente no hay periódicos sino noticias en el ordenador), observaría un panorama apocalíptico. Contingencias ambientales porque la CdMx se asfixia en sus propios humos. Las presas vacías o al 20% de su capacidad, cascadas como la de Basaseachi en Chihuahua secas y la cañada desierta de la verde vegetación. Hace un año era un edén y un atractivo turístico. Lagos y ríos secos. Acapulco en ruinas.  

Sequías que producen insuficiencia en la generación de energía eléctrica cuando el país se cocina en ondas de calor. Enfermedades virales y bacterianas que diezman lo mismo las poblaciones coralinas, de peces y humanas. Los ecosistemas que actuaban como barrera no existen más, no tienen sus atributos que los dotaban de esas funciones. Animales que caen muertos deshidratados (aves, insectos como las abejas y hormigas, monos aulladores, etc.) debido a la intensa sequía. 

Carencias en la producción de frutas, verduras y granos debidos a los ciclos de sequía e inundaciones que nos azotan desde el año pasado. Por tanto, encarecimiento de los alimentos, con la ayuda de la especulación, en detrimento de nuestra calidad de vida. Este año cada día se ha establecido un récord de temperatura respecto a los registros anteriores. Ya lo decíamos desde hace 20 años. Subir la temperatura del planeta nos lleva a un punto de no retorno. Al parecer los hemos alcanzado.  

En la reunión de COP para Cambio Climático en Singapur en diciembre pasado, los científicos expertos explicaron la conexión entre el aumento de las temperaturas globales y las olas de calor, los incendios, las tormentas y las inundaciones que afectan a miles de millones de personas en el orbe. Ya pronto alcanzaremos el aumento de 1.5º acordado en París (vamos en 1.3ºC) y se cree que este siglo conservadoramente lleguemos a un aumento de 3ºC. Solamente el 6% de los científicos que participaron en la reunión cree que no será así. En febrero de este año, hubo 4 días con promedios arriba de 2ºC. Auguraron un futuro muy desesperanzador, angustioso, conflictivo. Un futuro desastroso para la humanidad si no se toman medidas oportunas y basadas en la ciencia y tecnología en todos los niveles, decía el documento final. 

¡La temperatura del mar en Florida tuvo 4 días de 32°C en Mayo! El fenómeno de blanqueamiento de corales este año será catastrófico. 

Vivimos en la Era de los Imbéciles, dijo en su disertación la jefa científica alemana Lisa Schipper, de ahí la portada. 

Y a pesar del Cambio Climático producido por el hombre en nuestro país le hacemos la agenda “sucia” a los EU apostando por la generación y explotación de combustibles fósiles. En un futuro próximo mientras EU hace la transición a energía limpias y cumple sus compromisos, México le refinará la gasolina necesaria para que funcione su economía y el mundo nos condenará a nosotros. 

Y sigo preguntando, ¿a quién beneficia que estemos divididos como país, como humanidad? 

Cada día estoy más convencido de la tesis que maneja Yuval Noah Harari en su libro de Animales a Dioses. Evolucionamos muy rápido tecnológicamente. Nuestra genética no la ha hecho en la misma velocidad y aún somos una sociedad recolectora cazadora que actúa como si no hubiera mañana. Hay que sobrevivir este día y mañana ya veremos qué sucede. Atiborrarnos de comida y bienes, aunque suframos sobre peso y terminemos con los ecosistemas. Nos estamos suicidando como especie biológica destruyendo la naturaleza, como si no hubiera mañana, y en efecto nos estamos dando harakiri. 

Mientras nuestro gobierno actúa como si esto no tuviera importancia, al fin ellos tienen otros datos. Sigue la destrucción de los ecosistemas como sucede con el tren maña y la contaminación del acuífero más grande e importante del mundo. La guerra del agua de la que hablaba Adolfo Aguilar Zínzer ya comenzó, si no, que les pregunten a los habitantes de la alcaldía Benito Juárez, medio millón de personas furiosas por la carencia de agua. 

Gobierno concentrado en la compra de votos, vía programas asistencialistas y directa. No tienen otro futuro más que concentrarse en dejar sus genes morenos para la próxima generación sexenal. 

Mientras Jean Michel Cousteau, publicó en Amazon un libro de memorias de su activismo, primero en su actuar con su padre, después en Ocean Futures Society. ¡Salvemos nuestros océanos! Un llamado urgente a conservar nuestra biodiversidad. En donde Laura y yo hemos puesto nuestro granito de arena desde 2011. Recuerda y escribe sobre su acción ambiental en el planeta y en nuestro país, a pesar de que el actual presidente nos llamó (incluidos los Cousteau) pseudo ambientalistas, desde las épocas de Carlos Salinas de Gortari.  

Y el SEMARNAT preguntó, ¿dónde se encontraban ustedes cuando se devastó Quintana Roo? Luchando por preservar los ecosistemas y su riqueza de vida. Ahí nos encontrábamos, mientras usted López, brincaba como chapulín del PRI, al PRD y a Morena, para satisfacer sus ambiciones personales y políticas. Ha sido muy difícil que no venza la depresión, la desesperación o sentirse destrozado. Pero continuamos trabajando en pro de un futuro menos malo para los sobrinos nietos. 

No cabe duda, vivimos la Era de los Imbéciles. 

 

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Guadalupe Bustamante