Durante la campaña electoral Alejandra del Moral le ofreció la rama del olivo al presidente de la República con quien podría haber gobernado casi un año si la luna fuera de queso. Pero no lo es. La dicha rama pacificadora no se la podía ofrecer a Claudia Sheinbaum, porque no había ganado la candidatura, al menos no oficialmente.
El periódico “La jornada”; en su edición del estado de México, publicó en aquellos tiempos:
–Me siento muy contenta, muy bien. Hace unos meses me decían, no esto ya está perdido, ya el estado está entregado, y ahora veo cómo crece la aceptación. No va a ser fácil, pero ahí vamos.
–¿No afectan los problemas de la alianza, los conflictos en la dirigencia del PRI?
–Nosotros aquí en lo local estamos enfocados en ganar. Esa es nuestra ocupación ahora. No tenemos tiempo para pleitos, divergencias o cosas así. Aquí está, en el Estado de México, lo mejor del PRI, lo mejor del PAN y del PRD. Estamos dedicados a ganar y así vamos a seguir.
Y define:
–No es lo mismo el lopezobradorismo, que el morenismo. Aquí muchos de los municipios ya vieron, lo que es el morenismo, lo que es la inexperiencia, lo que es estar solamente diciendo, a ver qué se me ocurre hoy…
–Si tú ganas podrás probar que en muy poco tiempo los programas sociales dejaron de ser el factor decisivo del triunfo electoral, le digo.
–Es que yo estoy convencida de que son derechos adquiridos… Quizá tengan alguna gratitud con alguien que los pudo en ejercicio, pero hoy son muchos más los factores en una elección…
–No importa quien lo haya aplicado primero.
–No importa, si les ayuda. De ahí viene el verdadero cambio de hacer política. Hace unos días yo subí un video sobre el Aeropuerto Felipe Ángeles, hubo un poco de polémica. A ver, el aeropuerto ya está, ya le invirtieron miles de millones de pesos.
–Ni modo que lo tires como tiraron el otro, acoto…
–Claro. Hay que hacerlo funcionar. Los accesos los hizo, todos, el gobierno del estado, entonces, si detonamos esa región ¿a quién le va a ayudar? Pues a la gente.
-Y si vamos a ganar, me va a tocar gobernar un año con el presidente López Obrador, y no me voy a pelear con él, con López Obrador.
Hace una pausa y sigue. La luz de un semáforo ha cambiado.
–Yo lo que quiero es que le vaya bien a mi estado y él es el presidente de la República, y luego los siguientes cinco años de mi gobierno veremos cómo nos va con la elección del 24. Hay que estar súper conscientes de eso.
–Por eso te digo que en el Estado de México comienza la reconciliación del país y empieza una nueva política, y el PRI también tiene que aprender. Yo que vengo del PRI, el PRI que perdió el rumbo, que perdió la causa, que nos arrebataron las banderas y que ahora se tiene que reinventar en la reconciliación del país, en la vocación de sumar que es el verdadero cambio que necesita el Estado de México.
Lamenta:
–Nosotros hablamos de sumar y de reconciliar, y ellos hablan de quitar el Salario Rosa, no, pues estamos…
–Yo no necesito el manto sagrado, yo no necesito que alguien hable por mí, soy capaz de sacar mi compromiso sola. Yo confío en mi capacidad, en toda mi vida como servidora pública, y podido hacer mis cosas por mí misma, como los mexiquenses, valientes.
Ayer el presidente de la República habló como el presidente de SU república:
“…Siempre que hay una transformación (AMLO) son tiempos de definiciones y ahora estamos viviendo un proceso de transformación, y no hay para dónde hacerse…”.
Falso, si hay para donde… para donde sopla el viento.
Rafael Cardona
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