El gobierno de López Obrador comenzó con la promesa de acabar con el huachicol, no lo consiguió, por el contrario, está terminando con el sofisticado huachicol fiscal que tiene contra la pared a los expendedores de gasolina y, según las revelaciones periodísticas, se ha convertido en una muy importante fuente de financiamiento del partido en el poder.
¿Te acuerdas de la compra de 500 pipas, que al final fueron 671? Sí, para la memoria: el gobierno suspendió las compras de gasolina, provocó una crisis que nos tuvo semanas haciendo largas colas para comprar combustible, porque, se dijo era la estrategia para combatir el huachicol. Compraron las pipas en Nueva York por asignación directa y fueron entregadas a la Secretaría de la Defensa Nacional, que habilitó soldados como choferes, aunque se aseguró que los vehículos formarían parte de la flota de Pemex.
Lo anterior solo para refrescar la memoria, porque las pipas no resolvieron nada.
El huachicol goza de cabal salud, pero a diferencia de lo que sucedía al inicio del gobierno de López Obrador, se diversificó.
Sí, en barrios, pueblos, caminos, carreteras y ciudades la gente conoce a los que venden gasolina sin tener expendio, lo hacen en tanques cuya localización tienen bien ubicada los consumidores.
Se sabe que este huachicol lo controlan grupos criminales que ordeñan los ductos o asaltan las pipas de Pemex en zonas de estados como Guanajuato o Hidalgo.
Ha cobrado notoriedad el llamado huachicol fiscal. Una práctica que consiste en comprar a bajos precios la gasolina en Estados Unidos es ingresada a México sin pagar impuestos con la complacencia ¿complicidad? De aduanas, por dónde se da paso libre al transporte y distribución de la gasolina Hay que decir que Pemex, debe tener control preciso de las existencias y las ventas en los expendios.
Como se recordará, con la reforma energética se abrió la puerta al ingreso de empresas extranjeras para instalar gasolinerías en todo el territorio nacional, fue así que nos llenamos de Repsol, Shell, BP y otras que podían hacerle la competencia a Pemex, todo con el propósito de formentar la competencia y favorecer al consumidor. Como eso no le gusta a López Obrador, vino un desánimo que ha derivado en el abandono de algunas empresas y la competencia desleal que tiene contra la pared a los afiliados a Pemex que no le entran al huchicol fiscal.
Códigio Magenta ha documentado puntualmente y con información privilegiada la red del huachicol fiscal que habría beneficiado al partido Morena con la complicidad de personajes ligados al grupo que encabezaba el llamado Rey del Huachicol, Sergio Carmona, asesinado en San Pedro Garza García, Nuevo León, en noviembre de 2021.
La información detallada por los periodistas Ramón Alberto Garza y Rodrigo Carbajal, expone que, según información extraoficial, un tercio del consumo de gasolina del país es del huachicol fiscal, que deja ganancias por más de 400 mil millones de pesos. De la información que se desprende de los teléfonos de Sergio Carmona se indica que Morena recibió millones de pesos para las campañas en Sinaloa, Tamaulipas, Nayarit, Sonora, Baja California y Baja California Sur.
Los datos fortalecen lo que en vida sostenía Porfirio Muñoz Ledo de que el líder de Morena, Mario Delgado, los gobernadores de Sinaloa y Tamaulipas y otros personajes vinculados con el partido en el poder han tenido y tienen nexos con el cartel del huachicol fiscal.
Se termina el gobierno de López Obrador y lejos de acabar con el robo de combustible se ha diversificado con el llamado huachicol fiscal con la complacencia de la Secretaría de Energía, Pemex, Hacienda, EL SAT, aduanas, fuerzas armadas, Fiscalía General de la República y hasta empresas y gobierno de Estados Unidos. ¿Y las pipas? ¿Dónde quedaron las pipas?
AL MARGEN
¿Están seguros que el huachicol no tiene nada qué ver con la contaminación del agua en algunas colonias de la Ciudad de México?