Representantes diplomáticos acreditados en Ecuador despidieron al contingente de la legación diplomática de México que tomó el vuelo de vuelta a México tras romper de relaciones bilaterales generadas por la irrupción policial a la sede de la Embajada mexicana en Quito.
Los integrantes de la delegación de México llegaron en la mañana a la sala protocolar del aeropuerto ‘Mariscal Sucre’, de Quito, donde los esperaban varios representantes de otros países, especialmente de Chile y Perú, según informaron fuentes diplomáticas.
Los integrantes de la legación mexicana llegaron en conjunto al aeropuerto quiteño, en el sector de Tababela, unos 30 kilómetros al este de la ciudad, en una caravana de vehículos que ha aparcado en las afueras de la sala de protocolo del aeropuerto, donde no se permitió el acceso a la prensa.
Tras efectuar los trámites de rigor y despedirse de sus colegas de otros países, los diplomáticos mexicanos abordo de autobús de servicio interno de la terminal que los llevaron hasta la aeronave que le regresó a su país. Ellos han tomado un vuelo comercial de la compañía Aeroméxico que partió del aeropuerto de Quito a las 09:33 hora local.
El grupo de funcionarios mexicanos que abandonó Quito estuvo encabezado por la embajadora Raquel Sesur, que fue declarada «persona non grata» por unas declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, interpretadas por el Ejecutivo de Ecuador como injerencia en sus asuntos internos.
También el jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, quien intentó resistir a la irrupción policial ecuatoriana del pasado viernes en la sede de la legación mexicana en Quito.
La Cancillería del Gobierno mexicano precisó anoche que un grupo de 18 personas, entre diplomáticos mexicanos y sus familiares, retornaban a México en vuelo comercial. «Estamos pendientes de los diplomáticos de nuestra patria, no están solos», sostuvo en un mensaje en X el presidente López Obrador.
El regreso de los diplomáticos y el abandono de la Embajada en Quito se dio tras el rompimiento de las relaciones diplomáticas de México con el Gobierno de Ecuador, luego del asalto de policías a la sede diplomática en Quito para capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, ahora recluido en una cárcel de máxima seguridad en la ciudad costera de Guayaquil.
México ha anticipado que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional. EFE