Las maniobras de la OTAN llamadas ‘Brave Griffin’ han llegado este viernes a su fin. Se han realizado durante una semana y se llevó a cabo en el corredor de Suwalki, en la frontera entre Lituania y Polonia.
El corredor de Suwalki, de gran importancia estratégica, debe su nombre a la ciudad polaca homónima. La OTAN considera que es una de las zonas más vulnerables de la Alianza.
Bielorrusia y Kaliningrado están separados por solo 90 kilómetros. En términos militares, se trata de un ‘cuello de botella’. Si Rusia conquista el corredor de Suwalki, quedarán cortadas las conexiones terrestres entre los países bálticos y el resto de la OTAN.
Una transición «de tiempos de paz a tiempos de guerra»
Alrededor de 1.500 soldados de Lituania, Polonia, Estados Unidos y Portugal participaron en la maniobra. Lituania, en particular, vio en ‘Brave Griffin’ una preparación para la mayor maniobra de la historia moderna, que tendrá lugar este verano. 10.000 soldados lituanos y otros tantos aliados de la OTAN practicarán entonces «la transición de tiempos de paz a tiempos de guerra«, reza en un comunicado de la Alianza.
En los últimos meses se ha hablado repetidamente de la posibilidad de un ataque ruso contra la OTAN. El considerable retraso de la ayuda militar estadounidense a Ucrania ha causado inquietud entre los aliados.
Las armas y equipos que forman parte del paquete de ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania tienen un valor estimado de 1.000 millones de dólares (934.000 millones de euros).
Tras la reanudación de la ayuda estadounidense, los aliados celebraron el viernes una videoconferencia para debatir nuevas medidas de aplicación. Casi 50 países ayudarán militarmente a Kiev.
Durante la reunión, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció que se enviarían a Kiev más misiles Patriot, algo que también está haciendo España.
De las declaraciones de Austin no se desprende claramente si también se entregarán sistemas de lanzamiento.
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