Con 258 votos a favor de Morena y aliados, 205 en contra de la oposición y la abstención de la diputada sin partido Susana Terrazas, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que reforma la Ley de Amnistía.
El proyecto amplía las facultades del presidente de la República para liberar de manera directa a reclusos que incluso hayan sido sentenciados, a cambio de información comprobable que ayude a esclarecer delitos.
Esta amnistía se podrá otorgar a personas procesadas, sentenciadas o a quienes hayan enfrentado acción penal que pudieran presentar elementos para conocer la verdad en casos relevantes.
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Además, estas modificaciones establecen que se brindará el beneficio a las personas contra las que ya se haya ejercido la acción, o estén siendo procesadas o se encuentren sentenciadas de cualquier delito. La reforma, adiciona un artículo 9 a la Ley de Amnistía.
En el pleno, cuando terminó la discusión en lo general, debía abrirse a continuación el tablero de votación, pero la Mesa Directiva se brincó el paso y abrió la discusión en lo particular.
Por ello, Marcela Guerra regresó a su curul en la presidencia de la Mesa Directiva y relevó a la morenista Yuritzi Almazán.
De hecho, el petista Jesús Fernando García Hernández ya estaba en tribuna para presentar la primera reserva a la Ley de Amnistía y cuando terminó, regresó a su curul.