Gonzalo Monroy, director general de GMC, empresa consultora especializada en el sector energético mexicano con visión internacional, en entrevista con José Cárdenas, refiere la razón detrás de esta disminución radica en el deterioro de la calidad crediticia de Pemex. La baja a B3 refleja el deterioro intrínseco de la calidad crediticia de la petrolera, junto con la revisión del apoyo gubernamental, que pasó de muy alto a alto. Pemex arrastra una deuda millonaria por años. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se le han inyectado recursos para que la petrolera pueda cumplir con los pagos de deuda, además de que ha obtenido alivios fiscales para tratar de impulsar su reactivación. Moody’s también advirtió de los riesgos que enfrentaría la empresa si no recibe apoyo constante por parte del gobierno de México.