Ricardo Monreal, a quemarropa, comentó que, en la concentración en el Zócalo, la ciudadanía exige y merece partidos sólidos, capaces de representar los intereses de esta, de manera genuina. La confianza en el sistema político no puede ser socavada por disputas internas y luchas de poder que no hacen más que debilitar la credibilidad y democracia. A final de cuentas, el electorado tiene la última palabra. Son las ciudadanas y ciudadanos quienes, con su voto, resuelven el rumbo del país. En su decisión pesarán tanto las promesas de las y los candidatos como su integridad, coherencia y capacidad para representar a la población. Por ende, es fundamental que se trate de opciones claras y significativas, surgidas de procesos que inspiren confianza y respeto.