Rafael Cardona, en su cristalazo, comentó que aparte de tener grados humorísticos como lo tomo la precandidata Xóchitl Gálvez al filtrarse su número de teléfono particular, quien actúa sin contratiempos al recibir mensajes y llamadas, que los mismos que hizo en el asunto de si casa y bicicleta, ella no se esconderá y no le afecta que el teléfono sea público, lo toma con humor y oportunidades promocionales de una imagen ligera. Lo que preocupa es el origen de esta descomposición en la que se ha metido la conversación pública llamada “guerra de los teléfonos” que no había motivo para detonarla.