La agencia espacial estadounidense NASA y la empresa Astrobotic describieron los resultados positivos de la fallida misión del módulo lunar Peregrine, que este jueves se incendió al entrar en la atmósfera terrestre perdiéndose toda su carga, que incluía muestras de ADN y cenizas humanas.
Joel Kearns, subdirector para Exploración de la NASA, dijo en una teleconferencia de prensa que la agencia mantiene su compromiso de apoyo a la exploración espacial de las empresas privadas «porque los beneficios serán enormes».
«Todos los experimentos de la NASA a bordo del módulo lunar que podían operar continuaron recibiendo energía. Esta fue una experiencia valiosa que proporciona conocimiento técnico», añadió.
El módulo, que iba a realizar el primer descenso en la Luna de un robot comercial estadounidense, incluía una veintena de cargas de clientes que incluyen a la propia NASA, con cinco de ellas para estudiar la superficie, la atmósfera y el entorno de radiación lunar.
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A pesar de que los ingenieros de la empresa estadounidense Astrobotic trabajaron para salvar la misión, la nave se quedó sin energía para llegar a la superficie lunar y convertirse en la primera nave estadounidense en alunizar desde 1972.
A su vez, John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic, describió la experiencia de la empresa y sus técnicos desde «el lanzamiento hermoso, perfecto» del Peregrine el 8 de enero propulsado por un cohete Vulcan Centaur de la compañía United Launch Alliance (ULA) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida.
«Todo parecía ir bien y fue emocionante observar el despegue del vehículo. Luego ocurrió una pérdida catastrófica de combustible. Pasamos de lo más alto a lo más bajo y fue un momento triste para todos nosotros», expuso.
Thornton describió como los técnicos de Astrobotic se enfocaron en continuar la misión hasta donde fuera posible, permitiendo al mismo tiempo que los equipos y experimentos que Peregrine portaba hicieran sus operaciones.
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«Al final de la misión no teníamos combustible. Fue una decisión difícil y, tras recibir las recomendaciones de la NASA, decidimos no hacer nada, dejando que el vehículo espacial regresara a la Tierra”, abundó.
Richard Stephenson, de la estación de seguimiento de la NASA en Canberra, Australia, confirmó la víspera la pérdida de señal con Peregrine justo cuando se tenía previsto que el módulo regresara a la Tierra y se desintegrara en la atmósfera sobre un área remota del Pacífico Sur.
“Como estaba previsto por el equipo de la misión, Peregrine tuvo una pérdida de señal a las 20:59 GMT sobre (la antena de seguimiento) DSS36 de Canberra. Es una pena que tuviera que terminar así, pero la misión lo hizo con estilo”, explicó Stephenson en X.
Astrobotic había indicado que trabajaba con la NASA para que el retorno del módulo, de 1,9 metros de alto y 2,5 metros de ancho, no representara un problema de escombros o de seguridad.
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Con el módulo se perdieron los instrumentos que portaba, incluyendo cinco robots exploradores autónomos en miniatura de la que fue catalogada como la primera misión lunar de México, y otro pequeño vehículo explorador diseñado por estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon, entre otras muchas cargas privadas.
También se perdieron las cenizas y muestras de ADN de numerosas personas entre científicos, educadores, autores e incluso expresidentes estadounidenses (George Washington, Dwight Eisenhower y John F. Kennedy), que la misión se proponía llevar a la Luna.
Peregrine fue la primera misión del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA para impulsar la ciencia lunar colocando experimentos dirigidos por la agencia a bordo de módulos de aterrizaje y naves espaciales comerciales.
La próxima misión del programa se prevé para febrero, cuando Intuitive Machines, con sede en Houston, lance su módulo de aterrizaje Nova-C sobre un cohete SpaceX Falcon 9. EFE