Leo Zuckermann, en sus minutos de opinar, opinó que no es un acuerdo mafioso el pacto del PAN con el PRI para apoyar la candidatura de gobernador de Manolo Jiménez en Coahuila el año pasado a cambio de puestos de elección popular, cargos gubernamentales y hasta notarías. Los mafiosos no son tan tontos. Nunca ponen por escrito sus acuerdos. Saben que un documento puede inculparlos en un proceso jurídico. En un tuit del nueve de enero, Marko Cortés califica al gobernador de Coahuila como mentiroso que ha incumplido lo acordado. Es de no creerse que Cortés haya redactado, firmado y publicado un escrito que, efectivamente, lo incrimina, no por ser político, sino un politicastro en pañales que de ninguna manera merece dirigir al segundo partido más grande de México. Marko Cortés no puede quedarse al frente de Acción Nacional.