Rafael Cardona, en su Cristalazo recordó que era 1 de enero de 1994, las radios locales decían que unos 900 campesinos armados que exigían la renuncia del presidente Carlos Salinas de Gortari, al que llamaban «dictador». Fue en el Parque Central de la ciudad, en el corazón histórico de la antigua capital de Chiapas, donde tomó dimensión de lo que realmente estaba pasando. La organización que se mantuvo hasta el 2006 conjugó las ideologías zapatistas, el marxismo y el socialismo libertario sin dejar de lado la estructura militar de una guerrilla. A 30 años del movimiento armado orquestado por grupos indígenas que intentaron ocupar siete cabeceras municipales de Chiapas.