Hace unos días la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) anunció su propósito de construir en este país, cuando la Nación tenga la dicha inmerecida de ser gobernado por su innegable talento imitativo, diez líneas ferroviarias por todo el territorio de la patria.
Así lo dijo con emocionado acento:
“…Vamos a consolidar el Tren Maya y el Tren Interoceánico, sus puertos y polos de desarrollo con parques industriales.
“Asimismo, ampliaremos las inversiones estratégicas que promueven el desarrollo regional con ferrocarril, puertos, aeropuertos y aduanas (todo en manos de Sedena), que incluso potencien (¿?) el momento importante de Inversión Extranjera Directa y nacional que vive el país por la relocalización de empresas.
“En particular, daremos continuidad al proyecto presentado recientemente por el presidente de la República de seguir ampliando los trenes de pasajeros.
“México, Puebla, Veracruz (no importa si lo inauguró Sebastián Lerdo de Tejada hace más de un siglo); Coatzacoalcos, México; AIFA, Pachuca; México, Querétaro, León, Aguascalientes; Manzanillo, Colima; Guadalajara, Irapuato; México, San Luis Potosí; Monterrey, Nuevo Laredo; Guadalajara, Tepic, Mazatlán, Nogales; Aguascalientes, Chihuahua; y si nos da tiempo, nos vamos con más…”
Sabia previsión esta de preocuparse desde ahora por el tiempo.
Y más sabia aún la consolidación del Tren Maya, cuyos tropiezos de inicio no lo dejan ni siquiera en las “lopezvelardianas” condiciones de un aguinaldo de juguetería.
Pero más allá de los esbozos de su benefactora obra cuando el Humanismo Mexicano persuada a los electores y la coloque en para beneficio nacional la Primera Magistratura, llama la atención el verbo consolidar aplicado tanto para la vía mayense como para la interoceánica.
Muy lejos han quedado los estériles afanes de quienes se opusieron al destructivo trazo del ferrocarril selvático, y el grito “Sélvame del tren”, ha quedado sofocado por la pirotecnia de un estreno a tropezones, porque las recientes noticias sobre las frecuentes fallas (¿necesita por eso consolidación?), nos hacen pensar en una más de las chambonadas de la IV-T.
Así se dio a conocer (LR):
“Tren Maya suspende temporalmente venta de boletos tras dejar pasajeros varados por horas
“La medida obedecería a problemas técnicos, reportados durante el último sábado 20 de enero. Usuarios del Tren Maya mostraron descontento por el mal servicio.
“El Tren Maya fue inaugurado recientemente, el 15 de diciembre de 2023… a pesar de ello, a menos de un mes y medio de entrar en circulación, acaba de presentar problemas técnicos que han perjudicado a cientos de pasajeros, dejándolos varados entre Cancún y Palenque.
“La situación habría obligado a suspender la venta de boletos de la megaobra del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Hasta el momento, no se ha emitido algún comunicado de las autoridades competentes.
“…Usuarios, a través de redes sociales, reportaron que el Tren Maya no salió a la hora indicada rumbo a Cancún. Posteriormente, la unidad que los llevaría salió 2 horas tarde y en el trayecto presentó averías, dejándolos varados por alrededor de 8 horas. La situación desesperó a más de un pasajero, debido a que nadie supo ofrecer una solución inmediata. Finalmente, los pasajeros fueron trasladados en autobuses a su punto de origen.
“…La venta de boletos del Tren Maya quedó suspendida temporalmente, según su propia web oficial. Hasta el momento, no existe algún comunicado oficial acerca del restablecimiento de la venta de boletos de los diferentes servicios que ofrece el Tren Maya. Asimismo, se desconoce el motivo oficial que obligó a las autoridades del Tren Maya a no vender boletos al público general…
“…El Tren Maya recorrerá gran parte del sureste de México, teniendo mil 554 km de vías férreas que estarán ubicadas en distintos puntos turísticos del país… Asimismo, no se han inaugurado todos los tramos de la mega obra de AMLO”.
Pero nada de esto debe preocuparnos. El Maya será consolidado por una mente científica (no se caerá como el Metro CDMX). Como diría Manuel Barttlet, chu,chu, chu…
Rafael Cardona