Luis Morales Rojas, uno de los mandos de la Policía Comunitaria, en Guerrero, justificó la decisión de armar a los menores como una necesidad imperante para la defensa de las comunidades, argumentando que las autoridades los han abandonado. Los menores, cuya edad oscila entre los 11 y 15 años, se integrarán gradualmente al sistema de justicia y defensa de su pueblo. Afirmó que los adolescentes de mayor edad, entre 15 y 16 años, poseen la capacidad para organizarse y montar guardias en las entradas de su localidad.