Diego Fernández de Cevallos, en su bitácora de la resistencia, manifestó que muchos consideran que la cancelación del Aeropuerto de Texcoco es un hecho que ya pasará a la historia y que hoy mal que bien siguen volando aviones en el Valle de México. Tal vez en una parte de la memoria colectiva solamente se recuerda que la cancelación de ese aeropuerto fue consecuencia de una consultan pública tramposa y de la supuesta corrupción que se les atribuyó a empresas constructoras, las cuales fueron indemnizadas y recontratadas de inmediato, en las más importantes obras del gobierno federal.