Del total de agua que llega a la Ciudad de México, el 38 por ciento se pierde en fugas.
Si se arreglaran esas tuberías rotas por donde se fuga el agua potable, ni siquiera se estaría pensando en que el Sistema Cutzamala se acerca al día cero.
Antes este sistema enviaba 15 mil litros por segundo al Valle de México, ahora apenas ocho mil litros por segundo.