Este martes 5 de diciembre, se prevé una interrupción masiva en la educación básica de la Ciudad de México. Más de un millón 500 mil estudiantes se verán afectados por la movilización convocada por la Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes exigirán un incremento salarial acorde a la inflación y al deterioro del poder adquisitivo que, según Pedro Hernández, secretario general de esta sección, ha alcanzado el 28% durante los últimos cinco años.
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El reclamo por un aumento salarial se vuelve imperativo en el contexto educativo, como expone el director de la escuela primaria Centauro del Norte en la alcaldía Iztapalapa. Señala que, aunque se prometió llevar el salario del magisterio a 16 mil pesos, las diferencias en los aumentos han sido notorias, beneficiando más a aquellos con rezagos mayores y otorgando incrementos mínimos, como 300 pesos al mes, a aquellos que ya se encontraban cercanos a esa cifra.
Además del ajuste salarial, la demanda de la comisión de maestros incluye la abrogación de la Ley del ISSSTE y Usicamm. Esta solicitud se suma al movimiento de solidaridad expresado por los maestros disidentes de la Ciudad de México hacia el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, quienes también han alzado su voz en busca de salarios dignos.
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La incertidumbre se cierne sobre la continuidad de las clases, mientras las autoridades educativas se preparan para recibir a la comisión de maestros y atender sus demandas en el transcurso de esta jornada de movilización.