Rafael Cardona, en su Cristalazo, expresó ser ridículo hablar de “buenas noches”, “fiestas” y de “noche de paz y de amor”, cuando en realidad lo que pasa en este país, un día sí y al otro también. Se tuvo el caso de los jóvenes de Celaya que fueron asesinados y cuya muerte, el presidente Andrés Manuel López Obrador disminuyó que se trataba de un mal comercio de drogas, que los jóvenes compraron droga a la zona de otro cartel distinto, a de su conocimiento previo y a pesar de que le dijeron al mandatario lo erróneo de sus comentarios, repite una vez más con tal de culpar de todo lo que pasa en Guanajuato al fiscal Zamarripa, que el móvil de la masacre de Salvatierra la culpa de los que venden y compran drogas.