Compañera de fórmula de Javier Milei, caracterizó su campaña por declaraciones polémicas ligadas a la dictadura militar que aquejó el país de 1976 a 1983.

Una semana antes de las elecciones, Villarruel arremetió contra el sitio de memoria de la exESMA, donde operó el mayor centro de detención clandestina y tortura de la dictadura.

Milei y Villarruel provocaron indignación al minimizar las cifras de víctimas de la dictadura.

Justo el día de las elecciones, la libertaria encabezó la polémica de la jornada.

Villarruel comparó un mural en recuerdo a los desaparecidos de la dictadura con el oso Barney, un personaje cómico de dibujos animados.

En el medio de un jardín de infantes, hacer pintadas de los 30 mil es como ir a un cementerio y pintar al oso Barney. Más desubicados no pueden estar”, aseguró tras votar la exdiputada de la Libertad Avanza (LLA).

En ese sitio, los manifestantes se concentraron con fotografías de desaparecidos y pañuelos ante la escuela infantil, instalada en una antigua casa familiar donde fue secuestrada en 1978 una mujer que al día de hoy continúa desaparecida.

Las organizaciones de derechos humanos reportan la existencia de 30 mil desaparecidos, un consenso aceptado dentro de la sociedad del país sudamericano.

Sin embargo, tanto Milei como Villarruel insisten en que las cifras oficiales de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (Conadep) señalan siete mil 954 personas. Con lo cual, defienden ese conteo como el definitivo.

De acuerdo con el periódico Página 12, Villarruel fundó la agrupación Jóvenes por la Verdad, un grupo que coordinaba visitas al fallecido dictador Jorge Rafael Videla.

Villarruel está atada a la historia que marcó el siglo pasado en Argentina. Su padre, Eduardo Villarruel, fue tomado preso por los ingleses durante la Guerra de las Malvinas.

Su tío, Ernesto Villarruel fue detenido en 2015 acusado de vínculos con los crímenes cometidos en el centro clandestino Vesubio.