Doctor Francisco Moreno, epidemiólogo, en entrevista, explicó que uno de los mayores riesgos que enfrenta cualquier zona de desastre es el brote de enfermedades infecciosas, sobre todo las que se transmiten por vectores, pues cuando la recuperación tarda en llegar, y la prevalencia de condiciones de insalubridad y falta de agua limpia se prolongan, se agudizan las condiciones que facilitan la proliferación de vectores, mayoritariamente insectos como el mosquito contagiando el dengue. Guerrero al ser un estado costero, y con un clima predominantemente caluroso, los factores de riesgo de brotes de enfermedades tropicales son siempre latentes. Pero luego de la devastación causada por el Huracán Otis, éstos se han agudizado y deberían tener encendidas todas las sirenas de alarma en todo el sector social del gobierno.