Rafael Cardona, en su Cristalazo, explicó que como titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Murillo Karam, ahora Fiscalía General de la Repubblica (FGR), estuvo en el ojo del escrutinio público a medida que las dudas y distintas teorías salpicaban la investigación de uno de los mayores casos de vulneración de derechos humanos en la historia del país. Una de sus intervenciones públicas más recordadas fue cuando habló de «verdad histórica» para referirse a la entonces versión oficial de lo sucedido: que los estudiantes habían sido entregados a un grupo criminal que los habría asesinado e incinerado. Tras su detención, un juez decidió que Murillo Karam sea formalmente procesado por los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.