“Ya habíamos presentado un recurso en Dakota del Norte y queremos que México lo haga también, pero sabemos que tiene un costo político y que afecta a los tratados internacionales, que es el motivo por la cual no avanza esta propuesta”, comenta Adrián LeBarón.
Desde el asesinato de su hija Rhonita, Adrián LeBarón intensificó su trabajo como activista en temas de seguridad, desde donde plantea la necesidad de una colaboración entre autoridades de Estados Unidos y México para investigar a los cárteles.
“Ahora por una desgracia estamos aquí, le damos voz a mucha gente que busca justicia; optamos por entrar y tenemos cuatro años exigiendo que las cosas mejoren porque no sólo es el caso de la masacre LeBarón, sino que existen cientos de casos en donde familias enteras esperan conocer una respuesta y recibir una adecuada justicia”, comenta.
Señala que desde 2019 hasta 2023, un total de 36 personas han sido detenidas por su presunta relación con la conocida Masacre LeBarón, sin embargo, ninguno de ellos ha sido condenado por el crimen. La única sentencia la recibió Fidencio González Esparza, conocido como El Janos, pero por otro delito.
Plantea serias preocupaciones sobre la justicia en relación al ataque armado que perpetró el llamado Cártel de Juárez, el cual fue señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) de ser el autor de ese crimen.
La masacre de la familia LeBarón ocurrió el 4 de noviembre de 2019 cuando presuntos miembros del crimen organizado atacaron y dieron muerte a un grupo de mujeres y menores de edad pertenecientes a las familias méxico-estadounidenses de credo mormón LeBarón, Langford y Miller, cerca de La Mora, municipio de Bavispe, Sonora y en los límites de Chihuahua.
Adrián LeBarón insiste en que al menos 100 personas participaron en la masacre de su familia, pero menos de 40 fueron capturados, el resto, dice aún opera en la región noroeste de Chihuahua, además de otros que lograron escapar a Estados Unidos.
El número de pistoleros lo obtuvo gracias a las decenas de audiencias a las que ha tenido acceso, en las que los presuntos criminales y los mismos agentes investigadores de la Fiscalía General de la República (FGR) nombran un listado de personas que estuvieron en el lugar del ataque armado.
Entre los nombres más relevantes que figuran en las investigaciones, refirió el activista, se encuentran algunos líderes criminales como Francisco N, alias El Jaguar, quien es un criminal que opera en la zona de Madera, en Chihuahua, y quien también tiene una amplia zona de afluencia en Sonora.
Otro de los que recuerda es Roberto N, alias El Mudo o El 32, presunto líder criminal que operaba en la región noroeste para el Cártel de Juárez, y quien por años tenía la organización de este grupo armado que se encuentra cercano a la zona fronteriza con Estados Unidos.
De igual forma, entre los detenidos, Adrián LeBarón destacó la captura de Freddy N, El Tolteca, quien es una pieza principal de un cártel de Sonora, el cual tenía influencia en el estado de Chihuahua y quien incluso negoció una alianza con el Cártel de Juárez, junto con Rafael Caro Quintero, previo a la masacre.
El activista compartió que a pesar de buscar justicia por la pérdida de su familia, con el tiempo también se solidarizó con el deseo de que todas las familias en México obtengan justicia ante las numerosas muertes y desapariciones que ocurren a diario en el país, lo que lo impulsó a unirse a diversas causas en la nación y a mantener su compromiso activo en pro de la paz y la seguridad.
A cuatro años, Adrián LeBarón reconoció que se ha avanzado en el caso al sacar a 36 delincuentes de las calles, pero insistió que es necesario ir por las sentencias en el homicidio de los niños y mujeres, pues dijo que conoce de videos y evidencia de la forma en que quemaron las camionetas y cuando dispararon en más de tres mil ocasiones en contra de sus familiares.
“Ha sido un tanto desgastante, pero cumplimos con un juramento que me hice, y ante el pueblo y ante Dios, de encontrar la verdad, que es parte de la justicia y las razones. La justicia la estamos encontrando en el camino”, agregó el activista.
Un año después de la masacre y tras los diversos delitos de los que han sido víctimas, en 2020, la familia LeBarón inició un proceso de autodeterminación con el objetivo de establecer un autogobierno en la comunidad ubicada en el municipio de Galeana, lo que les permitiría defenderse, administrar sus recursos y llevar a cabo lo que denominan una verdadera procuración de justicia.
Esa propuesta llegó a diferentes instancias, pero ninguna de ellas ha determinado que la comunidad de los LeBarón pueda considerarse un autogobierno o una comunidad con autonomía para regirse según sus usos y costumbres, autodefenderse y gestionar otros asuntos como una entidad distinta.
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