Doctor Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia Consultores, consideró que Acapulco ha languidecido por muchos años. Uno de los sitios más emblemáticos del país a nivel internacional fue archivado en el cajón de los recuerdos hace muchos lustros. La hermosa bahía y su paisaje de luces nocturnas cedió lugar al deterioro citadino, a la falta de mantenimiento y luego al crimen organizado. La zona dorada se atascó en los problemas de una urbe sin ley, sin orden y sin nuevas inversiones. Acapulco Diamante la sustituyó como nuevo polo de desarrollo, pero lejos está de suplir el esplendor de la bahía. Uno de los símbolos turísticos e incluso culturales de México es hoy una de las ciudades más violentas del planeta.