Diego Fernández de Cevallos, en su bitácora de la resistencia, consideró que no se debe olvidar que el reclamo más sentido de la población a lo ancho y largo del país es que el estado proteja las vidas, propiedades, bienes y derechos que se tiene como seres humanos. Para que el estado ejerza con ese derecho y obligación, es imprescindible lograr el imperio de la ley y con ella se haga justicia dando a cada uno lo que corresponde conforme a derecho y que todos sean iguales ante la norma jurídica, porque la justicia es mucho más que dar dinero a los pobres para mantenerlos agradecidos con el gobierno y hacer de ellos leva electoral.