El francés Pierre Agostini, el austriaco-húngaro Ferenc Krausz y la franco-sueca Anne L’Huillier ganaron el martes el Premio Nobel de Física por la creación de herramientas para estudiar el desplazamiento ultrarrápido de los electrones dentro de átomos y moléculas.
Los físicos atómicos fueron distinguidos «por métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de las dinámicas del electrón en la materia», explicó el jurado.
El attosegundo es al segundo lo que el segundo representa respecto a 30,000 millones de años.
Un attosegundo es tan corto que hay tantos en un segundo como segundos ha habido desde el nacimiento del universo», ejemplificó la Real Academia Sueca de Ciencias.
El jurado elogió a los ganadores por «crear pulsos extremadamente cortos de luz que pueden ser usados para medir los procesos rápidos en los que los electrones se desplazan o cambian de energía».
Las contribuciones de los laureados han permitido la investigación de procesos que son tan rápidos que previamente eran imposibles de seguir» y la identificación de «distintas moléculas, por ejemplo en diagnósticos médicos», agregó.