El ataque del grupo militante respaldado por Irán estalló en medio de los esfuerzos de Biden y su equipo para negociar un acuerdo histórico de normalización entre Israel y Arabia Saudita y un pacto de defensa entre Estados Unidos y Arabia Saudita.
Biden habló por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el sábado para ofrecerle el apoyo de Estados Unidos, mientras se mostraban escenas de violencia en las redes de noticias estadunidenses. Los dos líderes han tenido relaciones tensas, pero se reunieron en Nueva York el mes pasado en una muestra de solidaridad.
«Le dejé claro al Primer Ministro Netanyahu que estamos dispuestos a ofrecer todos los medios apropiados de apoyo al Gobierno y al pueblo de Israel», dijo Biden en un comunicado emitido después de su llamada. Biden también emitió una advertencia contundente. «Israel tiene derecho a defenderse a sí mismo y a su pueblo. Estados Unidos advierte contra cualquier otra parte hostil a Israel que busque ventajas en esta situación», dijo.
La violencia se produjo en un momento en que Washington estaba sumido en el caos: los republicanos están buscando un sucesor del derrocado presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y se avecina un enfrentamiento presupuestario con Biden y sus demócratas que podría llevar a un cierre del gobierno en unos 40 días.
Biden fue informado temprano el sábado sobre los acontecimientos en Israel y los funcionarios de la Casa Blanca trabajaron toda la noche monitoreándolos, dijo un funcionario. Los republicanos que buscaban derrocar a Biden en las elecciones presidenciales de 2024 se apresuraron a criticar su manejo de la situación.
«Irán ha ayudado a financiar esta guerra contra Israel, y las políticas de Joe Biden, que han sido suaves con Irán, han ayudado a llenar sus arcas. Israel ahora está pagando el precio de esas políticas», dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, un republicano que se postula para la presidencia de su partido. nominación presidencial.
DeSantis parecía referirse a un acuerdo de intercambio de prisioneros que la administración Biden arregló con Irán el mes pasado. Según el acuerdo, Estados Unidos renunció a las sanciones para permitir la transferencia de 6 mil millones de dólares en fondos iraníes de Corea del Sur a Qatar, un paso necesario para llevar a cabo el intercambio de prisioneros entre Estados Unidos e Irán.
Un funcionario de la administración Biden dijo que todavía no se ha gastado ni un dólar de los 6 mil millones de dólares. El dinero está destinado únicamente a fines humanitarios.
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