El premio William Klein fue creado en 2019 en colaboración con el museo de Chengdu (China), el premio ha sido entregado anteriormente al fotógrafo indio Raghu Rai en 2019 y a la estadounidense Annie Leibovitz en 2021. El premio, dotado con 120.000 euros, será entregado a la artista el próximo 18 de octubre.
«Graciela Iturbide es un ícono de la fotografía, particularmente famosa por sus retratos de los indios seri del desierto de Sonora, las mujeres de Juchitán, así como por sus proyectos fotográficos dedicados a las comunidades y tradiciones ancestrales de México», recuerda el comunicado.
«Desde los años 70 crea imágenes que navegan entre un enfoque documental y una sensibilidad poética, prestando especial atención a los paisajes y los objetos», añade.
Graciela Iturbide de 81 años de edad, fue objeto de una gran retrospectiva, la primera en Francia, en febrero de 2022 en la Fundación Cartier de París.
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«Para ser buen fotógrafo hay que tener pasión y disciplina, nada más. Y puede ser a la vuelta de tu casa si quieres. Pero claro, si quieres conocer el mundo y tienes una cámara, es maravilloso», declaraba a la fotógrafa a la AFP en esa ocasión.
Graciela Iturbide estudió cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos entre 1969 y 1972, y trabajó como ayudante del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo, quien estimuló su interés por la fotografía. Conoció a Henri Cartier-Bresson durante un viaje por Europa y, en 1978, fue uno de los miembros fundadores del Consejo Mexicano de Fotografía.
Una gran exposición de su obra, «Encuentros externos, imaginaciones internas: Fotografías de Graciela Iturbide«, se presentó en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, además de retrospectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (México) y en el Museo de Arte de Filadelfia.
Una monografía sobre su obra, Graciela Iturbide: Imágenes del espíritu (1996), acompañó a su exposición en Filadelfia. Los exquisitos grabados en blanco y negro de alto contraste de Iturbide transmiten la crudeza de la vida de muchos de sus sujetos.
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En sus viajes por México, Ecuador, Venezuela, Panamá y la comunidad mexicana del este de Los Ángeles, Iturbide documenta la incómoda cohabitación de antiguos rituales culturales y adaptaciones e interpretaciones contemporáneas.
Uno de sus intereses particulares ha sido el papel de la mujer, y desde 1979 ha fotografiado a los indios zapotecas de Juchitán, Oaxaca, entre los que las mujeres suelen ocupar lugares de poder, y los roles de género estereotipados se subvierten con frecuencia.
Iturbide utiliza la fotografía para tratar de entender México en su totalidad, como una combinación de prácticas indígenas, y prácticas religiosas católicas importadas y asimiladas, y comercio económico extranjero.