Jesús Silva-Herzog Márquez, analista político, consideró que, la violencia que se padece tiene dimensiones totalitarias. En muchos espacios del país el crimen no es una irrupción repentina sino un imperio brutal que lo controla todo, que lo vigila todo, que somete a todos. Ahí no se padece de pronto el golpe de la barbarie: se vive en ella. No es el asalto en la esquina oscura, es el secuestro de comunidades enteras. La barbarie se respira literalmente.