Alfonso Zárate, en los usos del poder, consideró que el único hecho fuera de libreto fue el posicionamiento de Marcelo Ebrard que anticipa la ruptura, no otra cosa expresa su decisión de llamar cobardes a los más altos dirigentes del partido, Mario Delgado y Alfonso Durazo y de afirmar que Morena cada vez se parece más al viejo PRI. De romper con Morena, Ebrard tendría al menos dos opciones. Una es irse a Movimiento Ciudadano como candidato presidencial, lo que no le generaría daño mayor a Morena, pero sí al Frente Amplio por México. ¿Querrá hacer eso? Otra posibilidad sería sumarse al Frente, encararía entonces una ofensiva brutal, pero desde allí sí podría dañar a Morena.