El farragoso proceso del aún inexistente Frente Amplio por México (cuando mucho hoy es opositor, pero no tiene frontalidad ni amplitud alguna), llegó por fin al término de su primera etapa con la innecesaria recolección de firmas, para dar paso posteriormente Los denominados (Foros) Diálogos Nacionales, los cuales no servirán para nada como no sea para tirar lastres en el camino de la única candidata ahora con posibilidades de competir contra el Partido del Frente Unido Presidencial Morenista Transformador y Humanista Mexicano. S.A. de C.V.
En el camino algunas cosas son destacables.
El sabotaje del señor Jorge Luis Preciado, quien vive a base de ocurrencias mariacheras en el patio del Senado o iniciativas inviables como empistolar a medio México, para defenderse de la otra mitad ya armada y delincuente. Mediocre de la política cuya notoriedad únicamente halla consuelo en el escandalito.
Como este.
También se pueden destacar las quejas del senador Miguel Ángel Mancera quien acusa desviación del objetivo central de alcanzar un gobierno de coalición, y se dice –como Silvano Aureoles–, tratado con injusticia, porque tanto a ellos dos como a Cabeza de Vaca, no les hallaron firmas en 17 estados, sólo más en aquellos donde tuvieron representación legislativa o mandato ejecutivo.
Pero Silvano anuncia ahora una asamblea en Maravatío, no se sabe para qué, como tampoco cómo reflexionará el senador Mancera sobre sus siguientes pasos, pues tal parece ninguno de ellos está conforme con el empedrado camino por el cual ahora disfrutan una nueva etapa, Beatriz Paredes, Xóchitl Gálvez, Enrique de la Madrid y Santiago Creel en ese grupo de cuatro fantásticos de la oposición nacional, de entre los cuales surgirá la candidatura cuya luz destruya las tinieblas del morenismo en la elección del próximo año.
Todo mundo supone, y algunos certifican o por lo menos apuestan, por la enorme posibilidad de la senadora Gálvez, pero en este mundo todo puede cambiar como suelen hacer los vientos y más cuando los murmullos y maniobras de las sirenas de Morena se escuchan en el campo opositor para sabotear desde allá la organización de este complejo procedimiento cuyas fisuras eran cosa previsible, y el cual –a pesar de Claudio X. González y sus diatribas contra el PRI; y de la propia dirigencia del partido tricolor— llegará a su culminación, no sin antes cumplir con los ya dichos Diálogos Nacionales (Foros) , lo cual es tan hueco como las llamadas asambleas informativas del morenismo, porque en esas exposiciones únicamente se repetirán pronósticos, diagnósticos y proyectos acuáticos: lluvia sobre lo mojado, porque ya sabemos todo cuanto allí se diga, porque serán iguales a los estudios o diagnósticos y planes procurados por “Mexicolectivo” (es un ejemplo) o los cientos y cientos de papeles académico-políticos en cuya febril capacidad analítica se destila la sabiduría de un país cuya paradoja es saber qué se debe hacer, sin conducción política ni liderazgo para hacerlo.
Y mientras tanto el presidente de la República, instalado de nuevo en su jeremiada de perseguido luchador social, nos regala una muestra más de su quejicosa capacidad.
Como un juez le ha prohibido mencionar, a Xóchitl Gálvez (mentar sonaría feo, aun cuando sea exacto) ahora la menciona con un apodo: le llama “Innombrable”. Muy ingenioso.
Y la emprende contra el juez cuya sentencia lo trató de chachalaca:
“…Por cierto, hoy les voy a mandar la carta al juez y al Consejo de la Judicatura sobre esto, porque no se las voy a dejar pasar, a este juez, pero que tiene un historial de protección a delincuentes de cuello blanco y a potentados.
“…Imagínense que permitió la distribución de vapeadores. ¿Cuánto hay en juego? Pues la salud del pueblo, de los jóvenes, y no les importa, porque quienes producen los vapeadores son empresas muy poderosas que tienen, les llaman lobistas, ‘coyotes’, pues, que convencen a legisladores, a jueces, a magistrados, a ministros…”
Rafael Cardona