SOBRE LA MARCHA
Hemos de vivir 292 días para que en 30 de las 32 entidades federativas, que conforman esta República, más de 93 millones de ciudadanos podamos votar por una o un presidente.
Y por un montón de gobernadores, alcaldes, legisladores federales y locales donde algunos buscarán la reelección. Muchos cargos, muchos intereses, mucho para negociar en los partidos y sus poderes legales o fácticos.
¿Cuántos figurarán en la boleta para presidente? La respuesta imaginable hasta ahora es: dos o tres. No más.
Morena junto con quienes, sin importar superficialidades como principios o agenda de gobierno, se montan a lomos del membrete puntero en cuanta encuesta exista. Van a la segura, no incordiar para medrar.
Del otro lado, quien rete al partido en el poder saldrá de un proceso tan incierto como improvisado entre PAN, PRI y PRD. Los pocos que quedan en el sol azteca están molestos, pausados, pero conscientes de que o van en ese frente o simple y sencillamente no van. El enojo amarillo no será mayor al de su peso específico.
En este nuevo TUCOM (todos contra Morena) el fenómeno Xóchitl enfrenta un recorrido largo, costoso y desgastante, más cuando se está fuera del multiverso gubernamental. Enfrenta las aduanas panistas que no la sienten suya. Prefieren a Creel, pero…
La popular hidalguense, hasta ahora publicitada desde Palacio Nacional, puede imponerse como LA opositora, convocar capitales y simpatías, pero sin estructuras que operen pie a tierra, no sólo durante 292 días sino sobre todo el día D; la empresa se antoja lo que siga a muy-difícil.
Ante la épica democrática de un enésimo despertar ciudadano, con redes sociales y consciencias más allá de La Casa de los Famosos, la aritmética política es fría.
Morena manda en 23 estados. En unos operará mejor, en otros no, pero como colectivo social, incentivado por la conquista del poder, aprende y corrige. Y Morena está en cielo, mar y tierra.
MC. La bisagra naranja cruje, Enrique Alfaro está por la alianza con un frente sin PRI —lo cual también puede pasar; en política no hay imposibles— Dante y los chicos del norte quieren su candidatura. La atomización opositora, así sea en tercios, es escenario ideal para “ya saben quién”.
A 292 días, los cisnes negros, ésos que cambian el curso de la historia, son tan posibles como improbables.
Lo cierto es que las enredadas primarias del nuevo TUCOM emocionan tanto como aquella pasarela priista de 1987, cuando la incertidumbre electoral era un mito genial. O como los foros azules de 2005, cuando Santiago Creel fue el delfín foxista cazado por Felipe Calderón.
Y en la interna oficialista, la opacidad presagia disciplina y puestos de consolación al por mayor. Falta mucho por ver y comentar.
Hace 80 semanas dejé estas páginas. Regreso agradecido con don Ramiro, con la familia Garza, con Mario, Adrian y con usted.
Periodista, director de Emisoras Habladas en Radiópolis. Acá, todo es personal.