En política económica cuando se habla de crecimiento y desarrollo, suelen confundirse estos términos, como si fueran similares y, si bien están ligados, son cosas muy diferentes.
El crecimiento económico está relacionado con el aumento en la producción de bienes y servicios de un país, y se mide a través del Producto Interno Bruto (PIB) anual que se compara con el año anterior.
El desarrollo está relacionado con la capacidad que tiene un gobierno para generar “la prosperidad y el bienestar sustentable para sus habitantes”. El desarrollo tiene que ver más con los aspectos cualitativos de la vida cotidiana de las personas.
México es un ejemplo muy claro donde el crecimiento económico del país se ha dado a expensas del desarrollo de sus habitantes. El país ha crecido, pero los resultados de ese crecimiento no se reflejan en el bienestar de la mayoría de la población.
Con la llegada de AMLO al gobierno, llegaron también los programas “Bienestar” que, supuestamente, tenían como objetivo mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas, no sólo en los aspectos económicos, sino en su vida integral. Hoy, después de cinco años, tanto el gobierno federal y los gobiernos de la 4T a nivel estatal muestran una realidad desoladora del desarrollo integral, ya no sólo de los grupos más vulnerables sino del conjunto de la sociedad mexicana.
El primer compromiso de cualquier gobierno -liberal o conservador- es con la seguridad de las personas y su patrimonio. Ciertamente AMLO encontró al país en condiciones de seguridad deplorables, pero lejos de construir un consenso nacional para cerrar el paso a los grupos criminales, dividió al país y fortaleció a los enemigos de todos los mexicanos. Hoy el crimen organizado domina a estados como Guerrero, Michoacán, Zacatecas y un largo etcétera.
La respuesta de AMLO va desde la negación más absurda hasta la complacencia con los grupos criminales. El incremento en las cifras de muertos y desaparecidos está fuera de control. En materia de seguridad nacional, pilar del desarrollo, este gobierno está totalmente reprobado. No hay otros datos.
AMLO prometió, de forma absurda, un sistema de salud “como el de Dinamarca”, y atender uno de los reclamos más sentidos de la población más necesitada: medicamentos gratuitos, suficientes y disponibles.
AMLO “resolvió” ese reclamo destruyendo un sistema de salud que con todas sus carencias funcionaba aceptablemente. Hoy, después de cinco años el Sector Salud es un verdadero desastre y estamos mucho más cerca de Haití que de Dinamarca; hospitales en ruinas, escasez generalizada de medicamentos, médicos y enfermeras rebasados, y una población que hoy tiene que usar las “ayudas” que recibe de los programas del Bienestar para pagar servicios de salud privados y conseguir medicinas donde sea posible.
No hacen falta más datos, también en este rubro fundamental en el desarrollo de las personas la 4T y AMLO están reprobados.
En materia educativa AMLO, y su grupo más radical, considera que las escuelas públicas deben ser a partir de este curso, centros de adoctrinamiento de los “valores de la 4T” en detrimento del conocimiento científico. Se le olvida que la formación de es una prerrogativa única de los padres con sus hij@s y que en las escuelas los niñ@s van a recibir los conocimientos necesarios para su vida futura.
Las escuelas están en condiciones terribles, las estancias infantiles canceladas y el magisterio haciendo lo que puede. ¿A qué tipo de futuro está condenando la 4T a los niños más vulnerables de México sin una educación sustentable?