El gobierno de Turquía informó que someterá a votación en el Parlamento el acceso de Suecia a la OTAN cuando la Cámara vuelva a abrir el 1 de octubre, tras el receso de verano. El ministro de Exteriores, Hakan Fidan, reconoció que Estocolmo ha dado los pasos requeridos por Ankara para su integración, pero apuntó que aún faltan algunos detalles.
«Tomaremos nuestra decisión final en el momento en el que el Parlamento reabra en octubre», dijo Fidan, durante una rueda de prensa con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto. El ministro turco subrayó que en el debate sobre el visto bueno para que Estocolmo se integre en la alianza militar, Ankara ha actuado «en coordinación con Hungría«, el único otro miembro de la OTAN que aún no ha dado luz verde al proceso de integración de Suecia.
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El ministro turco -de visita en Budapest– recordó que Ankara ya aprobó la adhesión de Finlandia, pero que insiste en que la OTAN se atenga a sus propios criterios de lucha antiterrorista cuando se trata del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, o las Unidades de Defensa Popular (YPG), la milicia kurda de Siria.
Fidan subrayó que las reformas legales de Suecia han facilitado las negociaciones, pues cumplen con los requisitos solicitados por Ankara, pero por ser «tan recientes» aún no han dado lugar a los pasos prácticos requeridos. El ministro se quejó también de los actos de quema del Corán en Europa, escenificados por grupos de ultraderecha, que calificó de «inaceptables», y los asemejó a las quemas de libros por parte del nacionalsocialismo en 1933.
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«En Europa todo empieza con quemar libros, luego vienen los campos de concentración, y luego ya sabemos qué pasa», dijo Fidan. Szijjarto, por su parte, subrayó la importancia de Turquía para la seguridad de Europa, «tanto en el aspecto físico como en el energético», y también criticó las quemas. «Somos un país cristiano, un país que desde hace mil años tiene un gobierno cristiano, y no aceptaremos en absoluto que se humille un libro santo, sea de la religión que sea», dijo el ministro húngaro.