Como parte de la campaña de promoción de la temporada de Chile en Nogada 2023, que el gobierno presente de Sergio Salomón realiza a nivel nacional, la Secretaría de Turismo, que preside Marta Ornelas Guerrero, realizó un conversatorio en la Universidad del Claustro de Sor Juana, con el fin de conocer a detalle la historia y elaboración de este platillo emblemático que, además, es motivo de unión familiar, fortalece el tejido social y fomenta la atracción de turistas gastronómicos de diversas partes del país y extranjero.
En este evento denominado “Antología del Platillo Trigarante, el Chile en Nogada”, participaron: la vicerrectora académica de la institución educativa, Guillermina Torres Savín; el catedrático de la misma universidad, Gustavo Romero Ramírez; el historiador, Aldo Roberto Rivero Pastor; el coordinador de la maestría en Gestión del Turismo de la BUAP, José Ángel Perea Balbuena; la madre del Monasterio de Santa Catalina de Siena, Sor María Cristo Santos Morales; el especialista en Planificación Gastronómica y Turística e Inteligente, Antonio Montesinos Torres; el chef Maítre Du Hotel e investigador, Sergio Eduardo Berriel Osorio, y la directora general de Innovación y Calidad de la Secretaría de Turismo del Estado de Puebla, Guadalupe Lozano Garfias.
Esta última, comentó que el Chile en Nogada es un legado que tiene que promocionarse y difundirse al mundo; además, resaltó la importancia de que las nuevas generaciones lo conozcan y lo preserven pues es un patrimonio de la gastronomía poblana. A nombre de la titular de la dependencia, Marta Ornelas Guerrero, agradeció el espacio otorgado y reiteró que lo más relevante es trabajar en conjunto por la gastronomía mexicana.
El resto de los participantes comentaron en torno al origen del platillo en 1821 por parte de las monjas agustinas del convento de Santa Mónica de la ciudad de Puebla, en honor a Agustín de Iturbide y a su Ejército Trigarante, quienes se dirigían a Veracruz para firmar los tratados de Córdoba que consumaron la Independencia de México.
Es preciso comentar que, si bien este platillo se ofrece en la mayoría de los restaurantes, fondas y cocinas tradicionales de Puebla de julio a septiembre, es también motivo de encuentros familiares y de atracción de turistas, lo que representa una derrama económica importante beneficiando así, a toda la cadena productiva, desde el campesino que cosecha los ingredientes en el campo, hasta las personas que los preparan, industriales restauranteros y touroperadores, entre otros.