“Estamos obligados a construir un proyecto de nación, los invito a crear equipos, a cerrar filas, a apoyarnos entre nosotros a ayudarnos a dejar a un lado los intereses que nos dividen. No se peleen y mucho menos por Twitter”, afirmó la responsable de la política exterior al tomar protesta a 48 nuevos integrantes del SEM, en la sede de la cancillería.
La funcionaria, quien el lunes pasado asumió la titularidad de la cancillería, en lugar de Marcelo Ebrard, quien renunció el 19 de junio para dedicarse de lleno a sus aspiraciones presidenciales, planteó como prioridades de su gestión revisar el sistema de asensos al interior del SEM, “porque se ha estancado”, así como promover la igualdad entre hombres y mujeres para ocupar cargos en el exterior y actualizar los mecanismos que regulen los salarios y prestaciones del personal mexicano en el exterior.
Debemos, dijo, ajustar el costo de vida, tener indicadores combinados porque algunos lugares se convierten en verdaderas zonas de sacrificio, hay sufrimiento sobre todo en la rama técnico administrativa por lo que es urgente tomar acciones.
“Tenemos que revisar el sistema de ascensos porque estoy muy impactada de ver que se ha estancado la movilidad, sobre todo de las nuevas generaciones”, agregó la canciller.
Desde hace años, integrantes del SEM han denunciado que desde hace tres años no se han abierto concursos de ascenso en el cuerpo diplomático y por poco más de dos décadas tampoco se han gozado de incrementos salariales.
Los tabuladores salariales del SEM varían de acuerdo a cada representación diplomática de México en el exterior. Sin embargo en promedio un embajador –el rango más alto— percibe más de 10 mil dólares mensuales y un agregado administrativo D –el más bajo— unos 3 mil dólares al mes.
La canciller Bárcena destacó que la diplomacia debe ser algo que distinga a México en el escenario internacional.
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