Rafael Cardona, en su cristalazo, consideró que el problema de las redes sociales es que no tiene control de calidad ni de veracidad, tiene cuando mucho el privilegio de la oportunidad o inoportunidad. La instantaneidad de la red es la garantía de superficialidad y de su impunidad. La red no tiene responsables ni culpables y no hay a quien responsabilizar, a quién hace de ese espacio o de cibernético infinito, la zona de guerra para cualquier tipo de persona.