Lo peor está por venir, el presidente no está dispuesto a entregar el poder y va a echar mano de todos los recursos, exhibir información confidencial de las empresas de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, fue solo una probadita; sus reacciones serán de acuerdo al desempeño de la campaña de la oposición.
Para López Obrador la contienda estaba ganada hasta hace un par de meses, daba por descontado que disponía de los recursos necesarios para imponer a uno de sus alfiles, no esperaba el surgimiento de una candidata que rápidamente se colocó en condiciones de competir, tanto en la oposición como en el proceso constitucional.
Pero vamos por partes, su condición de favorita no le garantiza a Xóchitl el triunfo en la etapa que está en curso, a la recolección de firmas le siguen etapas que pueden ser complicadas.
Hay quienes sugieren que los aspirantes del Frente ya declinen, porque ninguno consiguió colocarse en condiciones de competir contra Morena, sin embargo, interrumpir un proceso ciudadano, de elecciones primarias que ha sido bien recibido causaría desencanto y alargaría la ofensiva oficialista. Los organizadores deben afinar todos los detalles para que la ciudadanía pueda diferenciar entre la imposición y la democracia.
El reto para Xóchitl y para cualquier candidato presidencial de la oposición será enfrentarse con toda la maquinaria del estado y sus seguidores. El presidente tiene preparado un ejército de los llamados servidores de la nación, personal de secretarías como la del Bienestar, las fuerzas armadas, incluida la guardia nacional y si, como algunos han documentado, hace falta hasta grupos del crimen organizado. O sea que será una odisea ganarle al candidato de López Obrador.
Hoy es Xóchitl Gálvez quien aparece con posibilidades de dar la batalla, para eso necesita construir un equipo sólido, capaz y profesional. Tiene que evitar a los vendedores de cuentos que dicen haber ganado 200 o 300 campañas, esos van por el dinero. Hay que revisar resultados para dar entrada a consultores que ganaron campañas difíciles y, claro, incorporar a los jóvenes talentos que ya andan por ahí con la Inteligencia Artificial como recurso.
Aprovechar talentos como José Ángel Gurría, Ildefonso Guajardo, Germán Martínez, Juan Carlos Romero; por citar algunos de los que llegaron a manifestar interés por participar es una gran fortaleza porque tienen experiencia y conocimientos.
Xóchitl Gálvez tiene una familia bien integrada, que bueno, pero ellos se deben quedar al margen, poco le ayudarán las fotos con el esposo, los hijos y el perro. Un buen consultor aprovechará sus fortalezas, se trata de una política con frescura, su naturalidad la ha posicionado, pero cuidado, no se puede enfrentar con cualquiera, las respuestas deben dirigirse al dueño del circo, y a su tiempo contra quien sea su oponente.
En esta fecha la elección no está decidida, el candidato de la oposición debe identificar a los que se equivocaron en 2018 y, particularmente a los cadáveres en el closet de López Obrador, a saber: campesinos, víctimas de la violencia, los ignorados por el sector salud, artistas, promotores culturales, deportistas, empresarios, activistas, entre otros, porque vaya que hay tela de donde cortar, pero hay que identificarlos y subirlos al barco.
Lo que debe tener claro Xóchitl o quien sea el candidato de la oposición es que pasará por un verdadero calvario, con el riesgo de terminar crucificada o crucificado.