El hallazgo fue anunciado este viernes por la agrupación humanitaria en una conferencia de prensa en la que estuvo presente Miguel Santucho, uno de los tres hijos de Navajas y Julio César Santucho, quien desde hace años buscaba a su hermano.
«Esta búsqueda no se puede sostener sin el acompañamiento de todos. Siempre tuve varios brazos sosteniéndome. Eso fue muy importante. Mi pensamiento hoy es para mis hermanos y hermanas que siguen buscando. Les deseo que les pase a todos lo que me toca a mí», dijo Miguel Santucho.
«Tengo sobrinos nuevos. La familia se amplió por lo menos con tres personas: un hermano y dos sobrinos», celebró.
El nieto recuperado se reencontró este mismo viernes con su familia, poco antes de celebrarse la rueda de prensa en la que no participó. Anteriormente los hermanos se habían conocido por una videollamada.
«Él expresó el deseo de conocernos. Estaba contento y sorprendido. La magnitud de eso que encontró le va a llevar tiempo elaborarlo», refirió Miguel Santucho.
«No puedo dejar de decirles que es hermoso, es un chico hermoso. Lo conocemos hoy y lo que le espera lo sabe. Tengo la sensación de haber encontrado a un ser luminoso. El abrazo que nos dimos es para siempre», agregó.
Acercamiento fue voluntario
La persona hallada es un hombre que se acercó de manera espontánea a Abuelas de Plaza de Mayo. Había sido apropiado por una pareja formada por un militar y una enfermera que tenían ya una hija 20 años mayor, indicaron las Abuelas.
Fue la enfermera quien le informó hace unos cinco años que él no era en realidad hijo de la pareja. Las Abuelas no comunicaron detalles sobre dónde vive actualmente el nieto recuperado, ni si los apropiadores siguen vivos o no.
El hallazgo del nieto 133 ocurre luego de la muerte en 2012 de su abuela Nélida Gómez de Navajas, quien fue secretaria de la organización.
Es una victoria de la democracia y una derrota de la dictadura, porque ellos nos querían quitar a los hijos y los estamos recuperando
Julio César Santucho padre del nieto 133
Cristina Navajas, militante del PRT-ERP, fue secuestrada cuando tenía dos meses de embarazo, el 13 de julio de 1976, junto con su cuñada Manuela Santucho y Alicia Raquel D’Ambra. Según testimonios de sobrevivientes fue llevada a diversos centros clandestinos de detención.
El PRT-ERP fue una organización guerrillera de orientación trostkista que actuó durante la misma época que los peronistas de Montoneros.
Mario Santucho murió en 1976, en un enfrentamiento cuando un grupo militar rodeó el domicilio en el que se encontraba junto con otros líderes del PRT-ERP. Sus restos desaparecieron.