Con un tono mesurado pero pleno de confianza y satisfacción, el candidato de la Alianza Opositora, Manolo Jiménez, salió a proclamar su victoria inobjetable hacia la gubernatura de Coahuila, no obstante, no manejó en ningún momento del mensaje una sola cifra. 

Dio las gracias a su familia y a todos los candidatos y candidatas a diputados locales, quienes también –dijo- obtuvieron muy buenos resultados, por haberlo acompañado en este gran equipo que constituyó la razón de su triunfo. 

Cuando aún no ha habido un solo pronunciamiento de parte de Armando Guadiana, candidato de Morena, ni de parte de Ricardo Mejía Berdeja, candidato “negado” del Partido del Trabajo (PT) ni de Lenin Pérez, originalmente postulado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien no aceptó declinar por el candidato Armando Guadiana. 

El candidato Manolo Jiménez, agradeció también a la iniciativa privada su participación. De hecho, dijo que, en Coahuila, quedó demostrado en esta elección “que el amor le ganó al odio, que el trabajo le ganó a la grilla, que la unidad le ganó a la politiquería”. 

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Que esa fue la fórmula de la victoria de su candidatura en esta jornada. 

Mejía reconoció que su ventaja es irrefutable porque el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) permite avizorar una votación efectiva hacia su candidatura de hasta 57%, cuya preferencia tiene una ventaja sobre su próximo competidor que oscila entre 25 y 30%.