Con mucha frecuencia escuchamos esta frase: se durmió en sus laureles. Es tan recurrente esa expresión coloquial como para achacársela, en días recientes a la molicie e incompetencia de los partidos de oposición, cuya extrañísima amalgama, supuestamente “Por México”, como para no darnos cuenta del contrasentido: la alianza ya dicha tiene algunas cosas, pero laureles –símbolo de victoria en las sienes del vencedor–, ninguno.
No ha ganado nada más allá de sus garbancitos de a libra, por lo tanto, no tiene ni guirnaldas ni hojas de olivo, ni lauros ni medallas.
Hace unos días quince gobernadores y ex gobernadores del Partido Acción Nacional, más un expresidente, se reunieron para exigirle a Marko Kortés (sic), una pronta definición por lo menos de la ruta rumbo a la designación de un candidato. No llegaron a nada, excepto a una conclusión terrible para los residuos del Partido Acción Nacional: “muchos ya estamos gasta la madre”.
Han perdido el tiempo buscando una fórmula para participar; en vez de hallar un camino para ganar. Y ahí se ha ensuciado todo.
En este caso la materialización del hartazgo, significa nada más una cosa: los experimentados, los mejor intencionados, quienes ya tuvieron posiciones administrativas o de poder y algo podrían hacer para contrarrestar esta molicie irresponsable e incapaz, se van a desentender y dejarán el lugar a los incompetentes de la “PAN-dilla” de Kortés y asociados, con lo cual –mezclada esta viscosa sustancia con el pastoso líquido del priismo con “alitosis”—tienen la derrota garantizada.
De todos modos, van a perder, pero una cosa es la derrota y otra la colaboración para ser batido.
Pero mientras el país entero se entera de todos los movimientos presidenciales y –por las buenas o las regulares– Morena ocupa todo el espacio, la atención y el temario nacionales con sus dos corcholatos, su corcholata y los tapones de relleno ya conocidos (ahora hasta la señora Yeidkol se anota), los opositores ni siquiera se oponen. Se ponen, pero no se oponen.
Una forma de analizar su extravío es mediante la lectura de sus mensajes a través del servicio de su página oficial. La información de su interés, la ameritada con la consagrada figura del comunicado de prensa. ¿En qué andan?
Revisemos:
Ayer un furibundo mensaje a los medios exigía el inmediato retiro de la medalla del Águila Azteca al títere cubano, Díaz Canel ¿De veras en ese pierden su tiempo? Pues sí, en eso. También en esto:
“…El presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, externó su respaldo al alcalde de Monclova, Coahuila, Mario Alberto Dávila Delgado, quien entregó una solicitud de apoyo al gobierno federal para que se cree un fondo para los trabajadores de Altos Hornos que llevan cinco meses sin recibir su salario.
“El dirigente del PAN pidió que se establezca un recurso extraordinario para que las familias de los trabajadores afectados puedan sobrevivir”.
Y así, con trámites de dispensario –pedir una solicitud de apoyo al gobierno federal– o condenas sin utilidad –condenar al castrismo, como hace sesenta años–, se les va el tiempo, el cual cuando se pierde, como todos sabemos, hasta los santos lo lloran.
“México está viviendo tiempos de definiciones –dice Marko–, y nadie se puede hacer a un lado. Hay que tenerlo bien claro: México se juega su futuro en las próximas elecciones presidenciales. Y ese futuro depende de la ciudadanía, donde también se encuentran los partidos de oposición, empresarios, académicos, científicos, profesionistas. Nadie puede ni debe quedar fuera”.
Ante semejante colección de lugares comunes sin trascendencia, uno se pregunta si deveras la alianza tendrá algo en el futuro, o está sometida a la ilusión de un embarazo psicológico.
Mientras tanto miran al ciprés y vagan por los cerros de Úbeda.
YEIDKOL
La auto inclusión de Yeidkol P., en la imaginaria lista de las corcholatas complementarias supera a los ridículos del Verde y el PT. Pobrecita.
Rafael Cardona