En una mañanera llena de descalificaciones a la Suprema Corte de Justicia de la Nación un día después de que echara abajo la primera parte del Plan B, Andrés Manuel López Obrador, acusó que el Poder Judicial «está podrido» y que actúa de manera facciosa.

Dijo que el sistema obstaculiza la transformación del país y que se somete al viejo régimen, plagado de corrupción y de privilegios.

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AMLO insistió en que las razones para dar marcha atrás a su proyecto son inválidas y que el Plan B avanzaba de manera transparente.

López Obrador reiteró en que para que existan las reformas a la constitución, debe haber una mayoría calificada en el Congreso, ya que por mayoría simple no es posible hacerlas, por lo que pidió votos para tener 334 diputados en la próxima elección para poder llevar a cabo reformas constitucionales, ese es el Plan C, añadió.