El róver Perseverance sigue su periplo por Marte, donde ha encontrado evidencias en las rocas de lo que pudo haber sido un río más caudaloso, profundo y rápido de lo que los científicos habían visto hasta ahora en el planeta.
Esas nuevas evidencias fotografiadas por el róver en el cráter de Jezero están llevando a replantearse cómo eran los entornos acuáticos en el antiguo Marte, pues entenderlos podría ayudar a los científicos en su búsqueda de indicios antiguos de vida microbiana que pudieran haberse conservado en la roca.
El río formaba parte de una red de cursos de agua que desembocaban en el cráter Jezero, la zona que el róver recorre desde que llegó a Marte hace más de dos años.
«Lo emocionante aquí es que hemos entrado en una nueva fase de la historia de Jezero. Y es la primera vez que estamos viendo entornos como este en Marte», dijo en un comunicado la científica adjunta del proyecto Perseverance, Katie Stack Morgan, del JPL. «Estamos pensando en los ríos a una escala diferente de lo que habíamos hecho antes».
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Perseverance está explorando ahora la parte superior de una pila de roca sedimentaria en forma de abanico de 250 metros de altura y con capas curvas que sugieren la presencia de agua fluyendo, informó hoy Centro de propulsión a chorro de la NASA en California (JPL).
El explorador de Marte Perseverance de la NASA captó este mosaico de una colina apodada «Pinestand». Los científicos creen que las altas capas sedimentarias apiladas aquí podrían haber sido formadas por un río profundo y de corriente rápida.
Una de las preguntas que los científicos quieren responder es si esa agua fluía en arroyos relativamente poco profundos –más parecidos a los que el róver Curiosity encontró en el cráter Gale– o en un sistema fluvial más potente.
Cientos de imágenes tomadas por uno de los instrumentos de Perseverance han servido para crear dos nuevos mosaicos que sugieren un sistema fluvial más potente a la vista de los granos de sedimentos gruesos y cantos rodados.
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«Esto indica que se trata de un río de gran energía que transporta muchos escombros. Cuanto más potente es el flujo de agua, más fácilmente es capaz de mover trozos más grandes de material», dijo Libby Ives, una de las investigadoras de JPL que opera el róver.
Hace años, los científicos observaron una serie de bandas curvas de roca estratificada dentro del cráter Jezero que llamaron «la unidad curvilínea», pues podían ver esas capas desde el espacio.
Gracias a Perseverance ahora pueden observar dichas capas de cerca. Uno de los puntos de la unidad curvilínea está recogido en uno de los mosaicos fotográficos y los científicos «están seguros de que las capas curvadas se formaron por el poderoso flujo del agua», agrega la nota.
El equipo sigue estudiando las imágenes en busca de pistas adicionales e investigan bajo la superficie gracias al radar de radar de penetración en el suelo.