Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que las explicaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de gobernación, Adán Augusto hacen todo posible por no ocupar la palabra “maldita” que es la expropiación, que tiene en México tonos heroicos con el General Cárdenas y tonos ridículos y peligrosos con López Portillo y la banca expropiada y después nacionalizada, porque el mandatario dice que se expropia lo privado y se cancela la concesión de lo que es público. Lo que se hico con Ferrosur es una expropiación porque está contenido en el artículo 2 bis de dicha ley.