Una de las joyas que integra también esta corona usada por Carlos III este día durante la ceremonia que lo proclama por fin rey de Inglaterra, tiene origen mexicano, específicamente de Baja California Sur. La llamada Great Lemon, extraída del Mar de Cortés, fue parte de esta celebración inglesa.
La piedra fue exhibida durante mucho tiempo en la tienda Ruffo y hermanos, para ser admirada por propios y extraños, pero en uno de los viajes de Antonio Ruffo, se encontró con el embajador del Reino Unido, Sir Anthony Fein y le mostró la perla que llevaba con él.
Luego de varios días, de acuerdo algunos reportes de medios de comunicación, Ruffo decidió regalársela al entonces rey Eduardo VII, bisabuelo de Isabel II.
Fue el 6 de febrero de 1952, cuando Isabel II se convirtió en reina luego de la muerte de su padre Jorge VI a causa de cáncer de pulmón. En 1953, tras la coronación la reina le otorgó el nombre de «Great Lemon» debido al tamaño que tiene y a la forma muy parecida a la de un limón gigante.
Al menos hasta el año 2019, la corona que hoy ostenta el rey Carlos III, estaba valuada en 4 millones 519 mil 709 dólares y está constituida por dos mil 868 diamantes en monturas de plata y piedras preciosas, entre ellas 17 zafiros, 11 esmeraldas y 269 perlas.
TE PUEDE INTERESAR: