Alfonso Zárate, en los usos del poder explicó que en distintos estudios has ofrecido su interpretación sobre la manera en la que se resolvía la sucesión durante los tiempos de preeminencia del partidazo, a partir del reconocimiento del presidente como el “Gran Elector”. La primera regla era que al presidente nadie le disputaba ese privilegio y quienes se atrevieron a impugnarlo pagaron con su vida. Segunda regla el presidente debía pulsar el sentir de la clase gobernante, los liderazgos del partido y los poderes fácticos. Tercera regla, solo el presidente definía los tiempos, de ahí que procurara que las ansias se guardaran para después del quinto informe de gobierno.